La cultura de la escuela es un sistema subyacente de normas, valores, rituales, tradiciones, ceremonias e historias que se acumulan a través del tiempo. Ello actúa como una red de expectativas sociales y creencias que forman a sus miembros en la forma de pensar, sentir y actuar.
La práctica deportiva encierra, en su esencia, el juego en todas sus manifestaciones como un medio inmejorable de interacción con los demás, logrando niveles de integración que casi ninguna otra actividad puede alcanzar, con todo lo que ello implica en la construcción del individuo como ser social. En el juego no hay colores, razas, credos o estratos y, por lo general, a los estudiantes deportistas se les inculca el respeto por las diferencias entre las personas.
Para favorecer la inclusión de las efemérides en la educación escolar y familiar tenemos que conocer, en primer lugar, las diferentes celebraciones y, por otro lado, propuestas de actividades para realizar en clase, en el centro y en la familia.
Cada uno de nosotros, desde donde nos encontremos podemos colaborar con la preservación y conservación del medio ambiente y el incremento de nuestra calidad de vida, a través de pequeñas acciones.